jueves, 2 de abril de 2020

Cloro, asma y COVID-19

Por: Dámaris De la Parra | Ciudad Obregón, Sonora | Marzo 2020

Mi nombre es Silvia Dámaris De la Parra Orozco, de ocupación fotógrafa. Nací y crecí entre Sonora
Foto: Dámaris De la Parra
y CDMX, hija de padres chilangos, sin embargo, he vivido formalmente en Cd. Obregón.

Todos mis parientes viven en su mayoría en CDMX, y en Obregón radicamos sólo mis papás y yo.

Quizás por eso durante la cuarentena no se me ha dificultado adaptarme a estar "distanciada" de la gente que amo.

Mis ingresos económicos dependen a su totalidad de eventos sociales, ahora, me pesa haber dejado mis orígenes en la fotografía periodística (al menos ahorita tendría trabajo fijo).

A partir de la cuarentena fueron suspendidos todos los eventos que alberguen cierto número de personas, como medida preventiva para aminorar el contagio de la primera pandemia que me ha tocado vivir.

Pese a esto, no reniego. Aunque soy independiente y manejo mi propio negocio (donde debo dirigir a personas) me considero una persona obediente a cualquier jerarquía y estoy consciente que esta medida es por nuestro bienestar.

Tengo hipotiroidismo, hace algunos años sufrí neumonía, bronquitis y durante varios años batallé con todo tipo de infección respiratoria, lo que me provocó padecer ahora de asma.

Entre las medidas que tomo son desinfectar diario mi casa, ya que mi esposa se dedica al área de salud (tiene una clínica de rehabilitación física) sin embargo, usar cloro me ha afectado y por más que lo disuelvo en agua he notado que mi asma aumenta, en fin, otro mal necesario.

Los ingresos de mi pareja igual han disminuido bastante, sin embargo, afortunadamente somos creativas para salir de los pendientes, sólo esperemos la crisis sanitaria no se alargue más allá de septiembre.

En casa para no aburrirnos entre las cortas horas laborales de ella y mi tiempo libre, simplemente vemos series, leemos, edito pequeños pendientes de fotografía, escuchamos música, nos ejercitamos, damos mayor atención a nuestros perritos (son los más agradecidos de esta situación, aman vernos en casa siempre).

A diferencia de la mayoría de la población, nosotras comenzamos a usar tapabocas (en ciertos espacios con muchas personas) desde principios de febrero.

Ya nos daba pendiente la extensión de COVID-19 a nivel mundial, debido a mis antecedentes de salud y el trato de mi esposa a muchos pacientes nos preferimos adelantar al momento.

Esperamos esta crisis sanitaria y económica no haga tantos estragos en nuestro país, que considero siempre ha estado constantemente afectado por miles de situaciones políticas y sociales.

Deseo de todo corazón que los emprendedores que se están sintiendo desesperados encuentren una alternativa o una mano que los apoye de buena fe y no sólo extendiendo créditos con intereses de por medio.

Gracias por la lectura y el espacio 🙂¡Les deseo mucha salud a todos!



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