Por Lilly Baldenegro | Estados Unidos | 11 de mayo 2020
Un día
de las madres muy diferente el de ayer, hicimos una divertida video llamada ya
que solo
Edmundo y Fernanda (la mitad de mis hijos) y Paul, Penélope y Lucca
(la mitad de mis nietos) estaban conmigo, y la otra mitad no.
Imagen proporcionada por la autora |
Y aunque todos
vivimos relativamente cerca no podemos convivir a causa de la pandemia y
tenemos que permanecer a distancia para cuidar nuestra salud.
En días
pasados vi un video donde un abuelo el día de su cumpleaños, parado desde la
puerta de su casa veía a sus nietos pasar en sus carros a dejarle su regalo y
platillos de comida para festejarlo, le gritaban "feliz cumpleaños abuelo,
te quiero" y así iban pasando carro por carro de sus seres queridos sin
poder acercase y abrazar a su abuelo.
El video me pareció muy emotivo y bonito
... Pero ayer (10 de mayo) que no pude abrazar y besar a mis hijas Paola, Ericka, a
Milton mi yerno, a mis nietos Emilio, Loretta y Eliam, sentí un terrible
dolor e impotencia de verlos parados por unos minutos afuera de la puerta
de mi casa con cubre bocas, a tres metros de mí trayéndome un regalo por ser
día de las madres.
Eso fue muy impresionante, no pude aguantar y me solté
llorando en cuanto cerré la puerta me fui a mi recámara, sentí que esto era una
pesadilla. Es difícil esta triste realidad que estamos viviendo y que parece no
tener fin.
Sufro de
no tener a toda mi familia junta cada fin de semana o festejo familiar como
estamos acostumbrados; pero quienes están sufriendo más son una de mis hijas y
sus dos hijos, quien por cuidarlos y protegerlos está pasando esto sola alejada
de ellos, y ellos solo pueden verse unos minutos cada semana, ella parada
afuera de la puerta, manteniendo la distancia desde que empezó esto para no
ponerlos en riesgo, porque ella tiene que salir a trabajar.
Y así han pasado ya
dos meses.
Sí, fue
un día de las madres muy diferente, pido a Dios que sea el último en estas
condiciones.
Es
tiempo de reflexionar y empezar a pensar no sólo en nosotros, dejar de ser
egoístas y cambiar las acciones que siguen poniendo en riesgo a los demás por
no tomar precauciones en esta pandemia.
Cuídate, porque así cuidas a los demás,
a tu familia y a todos los que te rodean, sean tus amigos, conocidos o
desconocidos, porque si no lo hacemos todos esto nunca acabará, y cada día será
volver a empezar el aislamiento, pero con un costo mucho más severo.
¡Evitémosle
a nuestra familia y a muchas familias más, el dolor y horror de vivir lo que
otros hogares están viviendo con la muerte de sus seres queridos!
Imagen proporcionada por la autora |
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